La Habana, 14 de septiembre de 2025. – Cuba cerró agosto con 1.185 presos políticos y de conciencia, según cifras verificadas por organizaciones de derechos humanos. El dato confirma un incremento sostenido de las detenciones desde las protestas masivas de julio de 2021 y se produce en un contexto de emigración récord de casi tres millones de personas en los últimos cuatro años.
Solo en agosto se registraron 13 nuevos encarcelamientos por motivos políticos, mientras que cuatro prisioneros salieron de la lista, tres tras cumplir íntegramente sus condenas y una, la activista Aymara Nieto Muñoz, desterrada a Estados Unidos. Desde julio de 2021 han pasado por las cárceles 1.882 opositores y manifestantes, de ellos 1.735 ciudadanos comunes que participaron en protestas pacíficas.
Menores y mujeres entre los afectados
La represión no distingue edades ni género. 33 personas fueron detenidas siendo menores (31 varones y 2 niñas). Quince de ellos cumplen condenas por “sedición” con penas promedio de cinco años. En total, 122 mujeres permanecen privadas de libertad por motivos políticos.
Las condiciones sanitarias en las prisiones agravan la situación: 472 reclusos presentan patologías graves y 41 sufren trastornos mentales sin recibir atención especializada.
Delitos fabricados y detenciones preventivas
Las autoridades utilizan cargos como “Desobediencia”, “Resistencia” o “Desórdenes públicos” para procesar a manifestantes pacíficos. El 100% de los casos revisados muestran medidas cautelares dictadas por fiscales sin tutela judicial, según los informes.
Solo por el delito de “sedición” hay 221 personas condenadas con un promedio de 10 años de prisión.
Casos recientes
Entre los casos destacados de agosto están los de Adrián González Pérez, detenido en Guantánamo tras protestar por una multa arbitraria, y Leonardo Maleta Veranes, huérfano acusado por escribir consignas en una escuela. También se denuncian agresiones contra presos como Alexander Guzmán Silva, de 25 años, y Pedro Luis Zamora Isaac, que resultó herido en la cabeza dentro de la prisión.
Cifras de menores encarcelados
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU estima que cada año en Cuba unos 150 niños menores de 16 años son internados en “Escuelas de Formación Integral” –bajo control del Ministerio del Interior– y 260 adolescentes de 16 y 17 años ingresan en cárceles convencionales.
Un patrón de represión consolidado
Organizaciones independientes señalan que el aumento de presos políticos, las detenciones preventivas sin control judicial y los destierros forzosos se han convertido en un patrón consolidado de represión en Cuba. El impacto de esta política alcanza a menores, mujeres y personas con enfermedades graves, mientras miles de familias optan por emigrar para escapar de la crisis.
