El cubano Adermis Wilson González, conocido por haber secuestrado un vuelo de Cubana de Aviación en 2003, fue deportado desde Estados Unidos hacia México después de pasar casi tres meses bajo custodia migratoria en Texas. La medida se tomó luego de que el régimen de La Habana se negara a recibirlo, confirmaron familiares al medio Café Fuerte.
El traslado se realizó la semana pasada junto a un grupo de 40 personas, entre ellos otros cubanos. Según relató su hermana, Yolaine Wilson, las autoridades estadounidenses los llevaron en un autobús y los liberaron sin entregar documentos oficiales: “Hemos estado en contacto y le enviamos algo de dinero para que pueda sobrevivir allí”, señaló.
Ni el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ni las autoridades mexicanas ofrecieron detalles públicos sobre la deportación, en línea con la política del Gobierno de Donald Trump, que desde agosto ha estado enviando a México a cientos de migrantes de diferentes nacionalidades sin reportes oficiales.
Actualmente, Wilson, de 56 años, logró alquilar una habitación compartida en una ciudad mexicana no revelada por motivos de seguridad. Su familia teme por su futuro y lamenta que pueda quedar separado definitivamente de su madre, de 87 años, residente en Houston y con diagnóstico de Alzheimer.
De secuestro aéreo a deportación
El caso de Wilson marca un precedente: es el primer cubano que, tras secuestrar una aeronave para huir de la Isla, termina deportado de EE.UU. después de cumplir condena.
El secuestro ocurrió el 31 de marzo de 2003, cuando Wilson obligó a desviar un avión Antonov-24 en la ruta Nueva Gerona-La Habana con 46 pasajeros a bordo. Portaba dos granadas —que resultaron ser falsas— y exigía volar a Miami. Por falta de combustible, la aeronave aterrizó de emergencia en La Habana. Tras horas de negociación con la intervención de Fidel Castro, el avión despegó hacia Cayo Hueso escoltado por F-15 y un Black Hawk. Al aterrizar en suelo estadounidense, Wilson se entregó sin resistencia.
En agosto de 2003, un tribunal federal lo condenó a 20 años de prisión por piratería aérea. Durante su encarcelamiento estudió inglés, se graduó como ingeniero civil en la Universidad de Pensilvania y más tarde obtuvo una maestría en Logística en Carolina del Norte. Fue excarcelado en septiembre de 2021 por razones humanitarias.
Tras su liberación declaró: “Cometí un delito, cumplí mi condena con respeto a este país. Por primera vez soy libre, porque en Cuba nunca tuve libertad”.
