Estados Unidos envió a Cuba herramientas y materiales, para las reparaciones de la finca y propiedades de Ernest Hemingway en La Habana, que ha estado en situación de deterioro por más de medio siglo.
Mary-Jo Adams, directora de la Fundación Finca Vigía, con sede en Boston, Massachusetts, recaudo casi $900,000 dólares para el proyecto.
Un trabajador estadounidense abrió la puerta de uno de los contenedores de 12 metros de largo. Un colega cubano abrió el otro.
El contenido constituye un tesoro: cajones con herramientas y materiales de todo tipo, desde cajas de fusibles eléctricos hasta ventanas a prueba de huracanes, todo comprado en Estados Unidos. En una isla, donde encontrar unos cuantos tornillos puede convertirse en una odisea de varios días, la nueva era de normalización entre EEUU y Cuba contribuyó a la llegada de materiales y equipos para construir una instalación sencilla pero moderna que se destinará a la preservación de las antiguas pertenencias de Hemingway, desde libros, cartas, cañas de pescar y cabezas disecadas de animales africanos.
“Preservar el legado de Hemingway trae honor y dignidad de los norteamericanos y cubanos por igual,” dijo Ada Rosa Alfonso, directora del museo Finca Vigía.
Las materiales y herramientas, serán utilizados para completar la primera fase de la instalación de conservación que debería estar terminado en la primavera del 2017.
Hemingway vivió en la espaciosa casa conocida como la Finca Vigía en la década de los 40 y 50, el lugar en la isla donde el Nobel de literatura trabajó, pescó y bebió se convirtió en un sitio cultural importantes que atrae a turistas de todo el mundo.
A su fallecimiento en 1961, Hemingway dejó 5.000 fotos, 10.000 cartas y centenares, quizá miles de notas al margen en aproximadamente 9.000 libros en la finca. La mayor parte de esos materiales está almacenado en el sótano deteriorado e infestado de termitas en una casa de huéspedes en la finca, pero todo será trasladado a la nueva instalación lo más pronto posible.
