La administración de Donald Trump ha puesto en marcha una ofensiva diplomática para frenar una resolución de la ONU que pide levantar el embargo estadounidense a Cuba, poniendo como argumento la presencia de mercenarios cubanos en Ucrania apoyando la invasión rusa, según un cable interno del Departamento de Estado al que tuvo acceso Reuters.
El cable, fechado el 2 de octubre, instruye a las misiones estadounidenses a instar a los países aliados a oponerse a la resolución no vinculante, la cual ha contado con un amplio apoyo en la Asamblea General de la ONU desde 1992. El objetivo es reducir la cantidad de votos a favor, señalando que el gobierno cubano “desvía la atención de su propia corrupción e incompetencia”.
Según fuentes del Departamento de Estado, entre 1.000 y 5.000 cubanos están combatiendo junto a las fuerzas rusas en Ucrania. “El régimen cubano ha fallado en proteger a sus ciudadanos de ser usados como peones en la guerra entre Rusia y Ucrania”, afirmó un portavoz estadounidense.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ha reforzado las sanciones contra la isla, reincorporando a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, restringiendo viajes y finanzas, y sancionando a terceros países que acogen a médicos cubanos. Además, Washington ha intensificado su presión sobre Moscú, incluyendo medidas financieras y apoyo de inteligencia a Ucrania.
El cable también acusa a Cuba de socavar democracias en el hemisferio occidental, citando la alianza política y económica con Venezuela. En paralelo, recientes ataques de EE. UU. a embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe subrayan la tensión regional.
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, respondió solicitando a la ONU detener lo que calificó de “agresión” de Estados Unidos bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Con este enfoque, la administración estadounidense busca presentar a Cuba como una amenaza internacional activa y convencer a los aliados de aislar al régimen de La Habana, mientras la isla enfrenta su peor crisis económica en décadas. La presencia de mercenarios cubanos en Ucrania se ha convertido en un argumento central de esta estrategia, reforzando la narrativa de que el régimen utiliza a sus ciudadanos como herramientas en conflictos externos.
